jueves, 13 de marzo de 2008

El marcapáginas mágico, por Iván de 5º B


Era un día agradable y tranquilo pero a Éric le sucedió algo muy extraño... A partir de ese momento, su día tranquilo se estropeó. Sucedió de este modo:

En una mañana radiante y soleada, Éric, un niño simpático e inteligente, tranquilo como el que más, desayunó y se fue al colegio, como cualquier otro día. Después de terminar las clases se acercó a la biblioteca a leer, y encontró un libro muy viejo en el último pasillo. Sopló porque tenía polvo y lo abrió. En él se encontraba un marcapáginas, también muy viejo; lo sacó de entre sus páginas y al hacerlo... se oyó un ruído muy extraño, atronador... además de un movimiento muy fuerte, como un terremoto. ¿Qué era aquello? Eric se asustó, no sabía qué hacer. Nuestro protagonista se escapó de allí y se fue para su casa.
En su casa, encendió la televisión. Estaban con el telediario, las noticias de las 3... A Eric no es que le interesasen demasiado las noticias pero oyó algo que lo dejó atónito...Anunciaban que la Tierra se había partido en dos. Éric, que todavía seguía asustado, no daba crédito a lo que oía... ¿qué estaba pasando? ¿no era demasiada coincidencia?. Se acuerda del marcapáginas y de que cuando lo extrajo del libro se oyó un ruído extraño...un ruído que... ¡seguramente era la Tierra!. ¡Exacto! Eso debió haber sido.
Ni corto ni perezoso se dirigió rápidamente a la biblioteca. Tenía que hacer algo, a fin de cuentas se sentía responsable. Era él quien, en cierto modo,lo había provocado. Pero el marcapáginas ya no estaba allí.
Volvió a casa, y le dijo a su madre:

-¿Has visto un marcapáginas azul?
-No -respondió la madre.
Su padre que estaba escuchando, le interrumpe:
-Sí, estaba volando por el parque grande.
-Gracias -dice Éric asustado y apurado.
-¡Adiós! -despide a sus padres, agitando la mano levantada.

Se fue como una chispa. Extraordinariamente lo encontró en un banco, pero de repente se lo llevó un gato. Éric desesperado lo persigue sin cesar. Encuentra, por fin, un callejón sin salida y consigue quitarle el marcapáginas al gato.

La Tierra se iba a separar a la mitad, en veinte segundos. Veinte, diecinueve,...

Éric se fue a toda mecha a la blibioteca y metió el marcapáginas de nuevo en el libro, el lugar del que nunca debió de salir. Notó como se detenía el tiempo, los relojes dejaron de hacer tic tac. Era extraordinario, otro ruído atronador, otro movimiento...

Éric había salvado la Tierra; él lo había conseguido, el mundo ya podía dormir tranquilo...y todo gracias a él, un muchacho tranquilo en un día tranquilo. ¡¡Por fin!!.

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