
Continúan as historias de medo. Agora é Cristina a que susurra deste xeito...
Una noche de verano Cristina y sus amigas se fueron de acampada al bosque. Esa noche, después de cenar, se sentaron alrededor de la hoguera y empezaron a contar historias de miedo. Todo iba bien, cuando de repente, Cristina gritó:
-¡¡¡Aaaaaaaah!!! ¿Qué es eso?
-¿Qué pasa? -preguntó Paula.
-Allí, allí... ¡Veo algo! -insistió Cristina.
-Vamos a mirar -dijo Andrea.
Todas estaban muy asustadas, pero decidieron acercarse al lugar que señalaba Cristina. Iban caminando muy despacio y de pronto...
-¡¡¡Uuuuuuuuh!!! Os engañé -dijo Cristina.
Paula y Andrea saltaron como nunca. Cristina empezó a reírse.
-¡¡¡ Ja, Ja, Ja !!!
-¡Tú eres tonta, niña! -se enfadó Andrea.
-¡¡¡Casi me subo a un árbol!!! -exclamó Paula.
Después de este susto se fueron a la tienda para dormir, pensando en los planes para el día siguiente. Se lo iban a pasar genial.
-¡Puff,puff, crak! -oyeron a sus espaldas.
Esta vez no era una broma, algo sucedía.
-¡Niñas, de esta no nos salva nadie! -afirmó Paula.
Al final nuestras amigas descubrieron que era un conejo cojo que tenia hambre.
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